ESO QUE QUIERE ESTUDIAR MI HIJO "NO TIENE FUTURO"
¿Y quién sabe lo que tiene futuro? El 79% de los puestos de trabajo en el 2.030 con el que nuestros hijos se van a "ganar la vida" no existen aún.
La elección de una carrera profesional es compleja. La decisión tiene más que ver con factores culturales, familiares y sociales que con la vocación del joven. Así no es de extrañar que los datos del estudio llevado a cabo por Cabrera (2006) revelan que el 30% de los alumnos que acceden a la universidad cambian o abandonan la carrera que han elegido, y en algunos grados hasta el 50%. No dispongo de datos sobre los alumnos que terminan sus estudios universitarios y no quieren dedicarse a lo que han estudiado pero os aseguro que son muchas las consultas que me llegan al respecto.
"Demasiadas personas se gradúan o dejan la escuela sin estar seguras de cuáles son sus verdaderos talentos y sin saber qué dirección tomar a continuación. Hay demasiada gente que siente que en los colegios no valoran aquello en lo que son buenos. Demasiadas personas creen que no son buenas en nada". Ken Robinson
Hay muchas causas por las que sucede esto pero la que más se repite es el síndrome de desorientación vocacional a la hora de tomar las decisiones. Demasiados estudiantes siguen eligiendo lo que piensan que tiene futuro y se pueden ganar bien la vida lo que les lleva a embarcarse en dobles grados que cursan en otras lenguas porque siguen pensando que lo importante es el conocimiento.
En el siglo XX para tener éxito profesional se requería conocimiento especializado. En el siglo XXI el mercado laboral demanda, capacidades no sólo técnicas, las llamadas competencias del siglo XXI. Las empresas buscan "trabajadores multitarea", con capacidad para "reinventarse". Se valora la Inteligencia Emocional, la capacidad de comunicación, motivación, liderazgo, empatía, positividad, la habilidad para resolver problemas, capacidad rápida de adaptación a los cambios, saber trabajar en equipo, compromiso con el proyecto, aprender con rapidez, proponer ideas, dar soluciones, que demuestre entusiasmo y pasión por lo que hacen, tomar decisiones de manera eficaz, en definitiva, el valor que puede aportar a la compañía como sus actitudes y competencias llamadas destrezas blandas o competencias de empleabilidad.
SER UN BUEN PROFESIONAL NO SÓLO DEPENDE DE COMPETENCIAS TÉCNICAS
Las competencias profesionales, son aquellas habilidades y aptitudes que tienen las personas que les permite desarrollar un trabajo de forma exitosa. Habilidad es la capacidad de una persona para hacer una cosa correctamente y con facilidad.
¿Cuántos de nuestros alumnos son conscientes de sus habilidades?¿Cuántos alumnos de secundaria saben a qué se van a dedicar el resto de su vida? ¿Cuántos saben cómo y qué asignaturas escoger? ¿Cuántos se conocen para tomar una decisión acertada?
Muchas escuelas realizan procesos de orientación escolar atendiendo al estilo de aprendizaje y a las asignaturas que mejor se le da al alumno. Algunas también realizan una orientación profesional o vocacional. En menor medida los centros educativos efectúan una orientación personal a través del conocimiento del alumno en base a sus habilidades y potencial. La teoría de las Inteligencias Múltiples con la que trabajo permite conocer el perfil del estudiante, detectar sus puntos fuertes y débiles.
Ha llegado ya el momento de ampliar nuestra noción de talento. La contribución más evidente del sistema educativo que puede hacer al desarrollo del niño consiste en encontrar una parcela en las que sus facultades personales puedan aprovecharse y en la que se sientan satisfecho y preparado. Howard Gardner
Gardner define la inteligencia como una capacidad. Todos nacemos con unas potencialidades marcadas por la genética. Cada alumno debe encontrar sus aptitudes, sus pasiones, sus actitudes y sus oportunidades para desarrollarlas. Porque ahí estará la diferencia con otros compañeros que hayan estudiado lo mismo.
Alcanzar una vida plena y llena de sentido, la razón de SER, aquello por lo que nos levantamos cada mañana y que los Japoneses llaman IKIGAI debería ser el objetivo de todo adolescente a la hora de elegir qué cursar. Acompañar al alumno a descubrir su PASIÓN basada en sus habilidades: lo que hace bien y le gusta hacer, encontrar su VOCACIÓN: lo que el mundo necesita le llevará a autorealizarse en su PROFESIÓN, le pagarán por lo que sabe hacer y aportar lo mejor de sí mismo a la mejora del mundo le llevará a conocer su MISIÓN.
"Quien tiene una razón para vivir, acabará por encontrar el cómo" #Ikigai
Una buena educación va acompañada de la educación en valores para #aprenderaSER uno mismo y convivir en armonía con los demás, como señalaba Jaques Delors.
Como Guía Educativa descubro inteligencias (habilidades y capacidades), facilito el aprendizaje #aprenderaAPRENDER e impulso el crecimiento personal del alumno acompañándole a descubrir el qué y el cómo #aprenderaHACER. Le enfoco en el proceso de aprendizaje para adquirir las competencias que se le exige en el siglo XXI.
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